La
Leucemia Mieloide Crónica (LMC), resultado de la traslocación de los cromosomas 9 y 22 (cromosoma Filadelfia), es una neoplasia mieloproliferatifa de avance lento, por lo que las células madre
hematopoyéticas provocan una sobreproducción llamativa de granulocitos inmaduros. Es posible que la LMC empeore con el paso del tiempo a medida que aumenta la cantidad de mieloblastos
en la sangre y la médula ósea, lo que puede producir fiebre, fatiga, sangrado fácil, anemia, infecciones, inflamación del bazo, dolor de huesos, u otros signos y síntomas.
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